Cheesecake con chocolate blanco y frutos rojos (sin horno)

Queso cremoso... y chocolate blanco. Una gran combinación. Y si le ponemos mermelada de frutos rojos se convierte en una de las tartas más ricas pero a la vez más resultonas que se pueden hacer con facilidad y sin necesidad de utilizar el horno. Todo ello gracias a la gelatina.



Ya sea en polvo o en láminas, la gelatina es un recurso muy útil para presentar algunos postres sin necesidad de ir al horno.

Ingredientes para una tarta grande:

• 500g queso cremoso (tipo philadelphia)
• 350 ml de nata (35%mg)
• 10g de gelatina neutra
• 50g azúcar
• 1 tableta de chocolate blanco

Para la base tenemos dos opciones (en un molde redondo, preferiblemente):

• Galleta picada + mantequilla
• Bizcocho (comprado o hecho en casa)

Sea la que sea, la ponemos en el fondo de un molde redondo y lo metemos a la nevera hasta que tengamos la masa lista para verter.

Para la cobertura:

• Mermelada de frutos rojos, cereza, fresa... le pega algo ácido+dulce.
• Yo en lugar de mermelada he usado una cobertura que ya viene preparada de fresa para darle un acabado más liso.

Modo de preparación:

1. Ponemos la nata a calentar hasta que rompa a hervir.
2. Mientras, ponemos a remojar las láminas de gelatina en agua fría, o disolvemos los 10g de gelatina en polvo en un vasito con agua fría. 
3. Cuando la nata rompa a hervir, retiramos del fuego y añadimos a la nata caliente el chocolate blanco (partido a onzas), el queso crema y los 50g de azúcar (aunque el azúcar se puede suprimir sin problemas, el chocolate blanco es muy dulce).
4. Removemos hasta que no veamos grumos.
5. Añadimos la gelatina y removemos un rato.
6. Echamos la mezcla sobre nuestra base y la dejamos reposar mínimo 3-4h en la nevera. Pasado este tiempo podemos desmoldar y añadirle la cobertura de frutos rojos.

Esta es la pinta de la tarta una vez ha tomado cuerpo.

Animaos a hacerla, ¡es muy sencilla de cocinar!