Llega el verano y con éste las altas temperaturas y las pocas ganas de encender el horno. Pero los amigos y familiares siguen cumpliendo años, así que es el momento de sacar el recetario de mousses, cremas heladas y semifríos, tan típicos de verano.
En este caso es una tarta de cumpleaños con base de bizcocho básico y con una mousse de moras.
Primero preparamos la plancha de bizcocho genovés.
En este caso he usado las proporciones de cuando hago brazo de gitano:
- 4 huevos grandes
- 100 gr de azúcar blanquilla
- 100 gr de harina de repostería
- 1/2 cdta de levadura química
- 1 pizca de sal
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Una vez obtenemos una mezcla homogénea lo repartimos sobre un papel de cocina lo más plano posible. Horneamos a 175ºC durante 10-15 minutos (siempre dependerá del grosor de vuestra plancha). Sacamos y desmoldamos para dejarlo enfriar en una rejilla.
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Al final solo nos quedará cortar a la medida del pastel que queramos hacer. Puede tener la forma que queráis, siempre y cuando luego podáis enmoldar la mousse encima. En mi caso lo hice con un molde regulable al ancho que quise. El resto de plancha nos la podemos comer con café al día siguiente, riquísimo! Yo guardé un poco para hacer el cartel de 'felicidades'.
Para el relleno de mousse de moras.
- 500 ml de nata para montar (35% MG) bien fría
- 4-5 cucharadas de azúcarr (se puede sustituir por edulcorante)
- 4-5 cucharadas de pasta de moras concentrada (o 150 ml de puré reducido de la fruta que gustéis)
- 1 sobre de gelatina (6-7 láminas si usáis gelatina de cola)
En primer lugar montamos la nata con las varillas eléctricas. No se montan con la mini-pimer típica, se usan varillas, no cuchillas! Si además la nata no está bien fría antes de montarla, vais a hacer mantequilla en lugar de nata montada (y más todavía en verano). Al cabo de 2-3 minutos batiendo le añadís el azúcar un poco al gusto.
Para asegurar el éxito yo pongo la nata en la nevera (en la parte mas fría) unas cuantas horas antes de montarla. Además 15 minutos antes pongo las varillas de la máquina y el bol metálico en el congelador para que estén bien fríos al montar. Por último monto la nata con el bol metálico bañado en otro bol que contiene un poco de agua fría con cubitos de hielo (en la foto siguiente se puede apreciar).
Disolvemos la gelatina en polvo en una tacita de leche templada y la añadimos a la nata montada (ojo, ¡que no esté caliente!)
Sólo queda añadirle la pasta de moras (o de cualquier fruta) hasta que tenga el sabor deseado. También podéis hacerlo con frutas frescas siempre y cuando hayáis reducido bastante su contenido en agua.
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Esta es la pasta de moras que yo usé. Es de moras frescas y muy sabrosa. Ideal para no aguar la mezcla de la mousse. La podéis sustituir por un puré de frutas bien reducido (con poco contenido en agua).
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Y bien, ahora sólo queda montar. Ponemos el aro (o molde) al rededor de la plancha de bizcocho y sobre una base (o plato, si no tenéis bases de pastelería). Lo pintamos con almíbar (azúcar abundante disuelto en agua caliente al micro) y recomiendo añadir algún licor de moras al almíbar, así no queda tan seco y da un punto aromático. Luego rellenamos con la mousse asegurándonos que no quedan agujeros. Damos unos golpes dejando caer el plato (con cuidadín...) y lo ponemos a la nevera toda la noche.
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Al día siguiente desmoldamos pasando un cuchillo plano mojado en agua caliente por los laterales y listo!
Yo aproveché un trozo de la plancha de bizcocho para poner el mensaje.
¡Espero que lo disfrutéis!
OMG
ResponEliminaFresquito!! :) Todavía tenemos pendiente un día jugar a algo mientras devoramos una tarta *3*
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