Hoy os dejo un dulce típico del noreste francés. Son unos pequeños pastelillos en forma de concha muy esponjosos. En este caso los rellené con frambuesa y una crema de limón ácida que sorprenderá a vuestros invitados.
Mirad el interior. ¿No se os hace la boca agua?
Para las Madeleine (receta adaptada de Rachel Khoo)
- 3 huevos
- 130 gr azúcar blanco
- 200 gr de harina
- 10 gr de polvo de hornear (Royal)
- 20 gr de miel o sirope de arce
- 4 cucharadas (tbsp.) de leche entera
- 200 gr de mantequilla, derretida y dejada enfriar
- 1 limón (limpio y que no esté encerado)
- Un puñado de frambuesas maduras
Para el lemon curd (crema de limón)
- 1 limón (limpio y que no esté encerado)
- 40 gr de azúcar
- 45 gr de mantequilla
- 2 yemas de huevo
- Una pizca de sal
Elaboración
Primero preparamos el
lemon curd. Es una crema de limón espesa, y parte de su textura la logra la
mantequilla, así que hay que prepararla con antelación y dejarla enfriar. Para
ello rallamos el limón con un rallador bien fino, sin llegar a la capa blanca.
Exprimimos el limón.
Batimos las dos yemas de
huevo en un plato aparte, las añadimos a la mezcla que hemos retirado del fuego
y lo mezclamos vigorosamente para que no se cuajen. Cuando esté integrado lo
devolvemos al fuego (recordad, nunca directo, siempre en baño maría, sin que el
agua toque el cazo de la mezcla). Fuego bien flojito y empezamos a mezclar con
las varillas de mano. ¡NO DEJÉIS DE BATIR! Si no las yemas se pueden cuajar y
nos quedaría un lemon curd muy feo. Si la mezcla empieza a burbujear apagamos el fuego. Seguimos removiendo
hasta que espese un poco y lo pasamos a un bol y tapamos con papel film. Si lo
preferís, podéis pasarlo por un colador, aunque si la ralladura de limón es
fina no pasa nada.
Cuando enfríe un poco lo
metemos al frigorífico unas horas. A poder ser, toda la noche.
Para preparar las
madeleines batimos los huevos con el azúcar hasta que queden bien esponjoso y
blancos. Yo uso el robot con el accesorio balón de varillas. Vamos incorporando
la harina tamizada de a poco. Añadimos también la ralladura de limón. Si
queréis podéis añadir una cucharadita de vainilla, pero con limón es más que
suficiente. No os olvidéis de añadir el polvo de hornear con la harina.
Mezclamos la leche, la
mantequilla líquida (pero no caliente) y la miel (o sirope). Añadimos a la
mezcla anterior con movimientos envolventes. Es preferible dejar reposar la
mezcla antes de hornear.
Para hornear necesitaréis
el clásico molde de madeleines, con forma de cocncha. Lo podéis encontrar por
eBay, Amazon o cualquier tienda de repostería que tengáis cerca. Lo engrasamos
bien (yo uso espray desmoldante) y precalentamos el horno algo fuerte, a 190ºC.
Repartimos la masa en las cavidades del molde y en la mitad insertamos una
frambuesa con el agujero mirando hacia nosotros. Más tarde lo rellenaremos de
crema de limón.
Una vez listo horneamos
unos 5 minutos a 190ºC. Apagamos el horno y lo dejamos uno o dos minutos más.
Encendemos el horno otra vez y lo dejamos a 160ºC. Dejamos cocer a esa
temperatura unos cinco minutos más. Sacamos el molde a una rejilla unos
minutos. Transferimos las madeleines a una rejilla para que acaben de
enfriarse. Mientras podemos limpiar el molde y volver a empezar, puesto que la
masa da para dos o tres tiradas.
¿Por qué hacemos esto? Se
pueden dejar en el horno a 180ºC hasta que se doren un poco, pero con esta
técnica conseguimos que el primer horneado cree una capa dura alrededor de la
madeleine. Una vez reposado, seguimos cociendo a menor temperatura para que se
acabe de cocer por dentro. Esto, además de darnos una doble textura, hace que
la masa interior no pierda agua.
Una vez frías las podemos
rellenar con el lemon curd que ya tenemos preparado. Para ello lo ponemos en
una manga pastelera con una punta redonda no muy grande. Rellenamos el agujero
que ha dejado la frambuesa con lemon curd. ¡No os paséis o romperéis la
madeleine!
Servimos en un plato con
la decoración que gustéis. Yo acompañé de más bayas.
Como veis es una mezcla
genial. Dulce por fuera y ácida por dentro. El lemon curd y la frambuesa le dan
una “sorpresa” al pastelillo que pocos se esperan.
me quiero casar con el lemon curd!
ResponEliminaUff, yo tuve una época que no dejaba de comerlo xD Además descubrí una confitería en el barrio que lo preparaban de muerte y no dejaba de comerlo. Está rico rico :_)
EliminaTienen muy buena pinta!!! Y me parece una combinación genial!!!
ResponEliminaQué ganas de probarlas!!!
Son fáciles de hacer y te sacan de un apuro!! :D
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